de la independencia matutina a la globalidad en español

 La cabecera de EL PAÍS, que durante 31 años ha ido acompañada del lema "Diario independiente de la mañana" incorporará el próximo día 21 un nuevo subtítulo: "El periódico global en español". Para ese día está previsto el lanzamiento de una renovada versión de EL PAÍS. "No se trata sólo de un lavado de cara o un cambio de diseño. Pretendemos que responda a una nueva mirada sobre la sociedad", explicó ayer el consejero delegado del Grupo PRISA, Juan Luis Cebrián, consciente de que ningún otro rotativo del mercado "puede aspirar a tanto".

Publicado en El País 9/ 10 / 2007

EL PAÍS diario independiente de la información independiente de la globalidad en español es capaz de estar en misa y repicando, nadar y guardar la ropa… siempre que no se trate de una franela roja y chavista. Fundado en 1976, nació  para llenar aquel hueco abierto expresamente a los nuevos señores del pelotazo progresista, aquella gente guapa de mitín y chaqueta de pana, en aquel escenario de la  "modélica transición". Los encargados del empeño mediático sobre la mesa de redacción fueron fichajes en su mayoría de publicaciones como "Informaciones" un diario vinculado en origen a la banca patrocinadora del franquismo (Banca March) o diario "Pueblo" órgano de los sindicatos verticales también franquistas. Jesús Polanco, conocido como Jesusito del Gran Poder, fue unos de sus fundadores. Creador de la editorial Santillana, procedía del Frente de Juventudes falangista. Llegaría a ser incluido en la lista Forbes de los mayores pastizales del mundo. Otro tanto se puede acreditar de Juan Luis Cebrián, cofundador y primer director de EL PAÍS. Hijo de Vicente Cebrián, director del diario Arriba, órgano de comunicación de la muy españolísima falange española. También este prócer de la comunicación ha amasado una gran fortuna en el negocio de la “opinión publicada” desde el emporio PRISA. Si a este dúo le sumamos el nombre de Felipe González obtenemos la troika perfecta para el revival de “tres hombres y un destino”.

Foto de un falso Chávez abriendo portada

Se estableció un correlato entre poder de prensa y poder político. EL PAÍS era al ámbito informativo lo que el PSOE al político, en el nuevo reparto de cartas. Un órdago democrático dentro de un orden con las reglas atadas y bien atadas. No en vano, por aquel entonces el chascarrillo popular llamaba al diario de Polanco el Boletín Oficial de los socio liberales felipistas.

Hace algunos años tuve la ocasión de cruzar unas palabras con aquel L'enfant terrible que en su senectud terminó convirtiéndose en martillo de esa herejía a la que llaman periodismo independiente. Me contaba Eduardo Haro Tecglen, aquel republicano “intransigente”, que su columna “Visto y Oído” a priori destinada a la crítica audiovisual, era “consentida” pues demostraba, como coartada, la tan cacareada pluralidad del medio y su encaje de sensibilidades opuestas en el periódico. Y eso a pesar de que Haro era una piedra diaria en el zapato progre que el cuarto poder en alza había reservado para EL PAÍS. 

Hoy me entero de que el Premios Ortega y Gasset, (modalidad digital), creado por el diario EL PAÍS a fin de “resaltar la defensa de las libertades, la independencia y el rigor como virtudes esenciales del periodismo” …total nada, ha sido otorgado al vídeo que grabó Juan Robles durante la jornada de protesta 25S donde se repartió de todo menos abrazos.

Pues eso. Estos prohombres del diario independiente de la información independiente de la globalidad en español siguen necesitando más Haros Tecglen  que pongan la guinda de color a lo mismo de siempre.

Hay tragaderas más anchas que las de Pantagruel. Basta con que siga habiendo lectores que se crean la fábula de la globalidad independiente en español por el solo hecho que la viñeta del Roto siga apareciendo cada mañana.

viñeta del Roto